Una Chevrolet ’46, la nueva creación de los Hattemer

La restauración de una camioneta Chevrolet de 1946, es el último orgullo del taller que posee Daniel Hattemer, junto a sus hijos Román y Leandro.

LOCALES Restaurada

“Es como ver nacer a un hijo, por todo lo que esperás. Es muy buena la calidad que hemos logrado pero el cliente debe entender que lleva su tiempo porque es un trabajo artesanal”, expresa Hattemer.

Seguramente, el vehículo ya se encuentra en Cruz del Eje con su dueño, un policía de esa ciudad que tiene pensado usarla y no guardarla como un coleccionista, advierte el restaurador.

El trabajo realizado sobre la camioneta se denomina “Hot Rod”, porque la intervención fue tanto mecánica -tren delantero y trasero, caja de cambios, instalación eléctrica-, como en su aspecto. “El modelo quedó inflado con respecto al original, tiene guardabarros más grandes, fue ensanchada y también la bajamos un poco”, agrega Hattemer.

Bajo su supervisión, en cada “reliquia” trabajan varias personas; un mecánico, un armador, un chasista, un electricista, un armador, un tapicero, que es el último en intervenir, y un chapista.

En el proceso, también se deben resolver algunas dificultades, como las que surgieron con el armado de la caja trasera, que demandó recorrer varios desarmaderos hasta conseguir una cabina que se pudiera adaptar.

Según cuentan, el dueño del vehículo llegó con una idea simple y les dio libertad para sugerir, la especialidad de los Hatttemer.

Este taller ubicado desde hace 8 años en el parque industrial de Río Tercero es uno de los pocos dedicados a la restauración en el país.